Esto de la Biología es un tipo de vida. Sin duda. Las dos últimas semanas han abarcado 100% todo mi tiempo los murciélagos de la fruta (Rousettus aegyptiacus), el "hermano bonico" de las especies de quirópteros. Y, ¿a quién, si no a un biólogo, le puedo decir sin que se le descomponga la cara o se destornille de risa que he dedicado una semana a dar de comer higos a estos animales para esperar a que caguen (con permiso de los bienhablados), recoger sus heces (con permiso de los malhablados) e identificar quién las defecó (esto creo que es más neutral, con permiso de los suizos)?
Fuente: IUCN |
Aparte de esta experiencia algo más escatológica, esto de la Biología también aporta visitar enclaves bastante especiales. No puedo decir esto teniendo en cuenta el primer lugar donde fuimos a trampear estos murciélagos. En la ciudad de Beer Sheva. Sí, en una ciudad. Y no, no en un parque: en un parking subterráneo, húmedo, caliente y con goteras de tuberías de VTASQ (vete tú a saber qué). Allí, cazamariposas con una extensión de unos 5m. en mano y mucha paciencia intentamos capturar a alguno de estos
Lejos de lograr nuestro cometido, al menos nos contentamos con algo: asustar a mujeres pseudo-ricachonas que iban a recoger su coche y darse cuenta de que había estos "ratoncitos alados" cerca suya y ser el hazmereir del dueño del parking y de los murciélagos. Y no era para menos. Ahí van algunos de los momentos estelares.
Todo puede mejorar. Y en cierto modo así fue, porque pasamos de un parking público en uso...a uno abandonado
De modo que esta vez, al menos, lo único que nos llovía eran las meadillas de los Rousettus cuando nos sobrevolaban. A diferencia del anterior parking, en este tuvimos algo más de éxito en las capturas y, todo sea dicho, liberamos a todos los individuos capturados, eh?
Creo que esto de los parkings fue una prueba de fuego. Si superamos esto, casi todo lo que viniera después sería mejor. Y así fue. A los pocos días fuimos a los alrededores de Qumram, lugar donde encontraron a principios del s. XX unas vasijas con los Manuscritos del Mar Muerto, escritos por los esenios (judíos del s.II a.C). Hoy día hay un parque natural donde se enseña (pero no se permite el acceso) a una de las cuevas donde se encontraron estos manuscritos. Con el permiso de los murciélagos (y de la Autoridad de la Naturaleza y Parques) nosotros entramos a algunas de estas cuevas para dar con ellos. No tuvimos suerte en nuestro trampeo de murciélagos, pero desde luego fue un lujazo entrar a lugares como estos
Como necesitábamos muestras del desierto de Judea, a los pocos días pillamos las redes y pasamos la noche en el Kibbutz de Ein Gedi donde, esta vez sí, capturamos cerca de veinte de estos murciélagos. El "making of" del día
Tiene que asustar ir al súper y caer en las redes de unos bichos horrorosos. Pues algo así les pasaría a ellos: ir a comer y caer en las redes que les pusimos no tenía que agradarles mucho. Como recompensa, a todos ellos les dábamos un refrigerio después de tomarles las muestras (en el video, bebiendo zumo de kiwi) :-)
Hablando de murciélagos y bautizándonos como hombre murciélago, no he podido dejar de compartir con vosotros este video, semilla de un movimiento cultural sin precedentes a principios del siglo XXI secundado por grandes figuras de la cultura internacional