Algo menos de dos horas en coche separan Jerusalén de Cesárea, la que fue uno de los puertos marítimos más importantes en tiempos romanos. Cómo no, el proyecto fue ideado y supervisado por Herodes, a quien se le metió entre ceja y ceja hacer del puerto que conectara la Asia con el Mediterráneo una de las más esplendorosas ciudades de la época (a la altura de Alejandría o Antioquia) y dedicársela a su coleguita César Augusto. Para ello, cómo no, se sirvió de esclavos y otros trabajadores a quienes se dice que asesinaba si no le servían o retrasaban en su empresa. Levantar en aquella época un puerto de estas dimensiones no debía de ser tarea fácil, pero él (bueno, sus trabajadores...) tardó unos doce años en construir el puerto.
En esta foto aérea se ve la estructura de la ciudad y el puerto. Para la construcción del puerto levantaron dos muros que anclaban en tierra firme de unos cuantos cientos de metros de longitud cada uno, para lo cual tuvieron que desplazar y hundir bloques de piedras de cientos de toneladas al mar sobre los cuales levantar las estructuras que sirvieran de muro o fortaleza y defender los barcos que amarraran en el puerto. Más info de la construcción e historia de la ciudad en este enlace.
La ciudad ha pasado por manos de romanos, árabes, otomanos y refugiados bosnios, con periodos de abandono entre cada uno de ellos. Tan sólo desde los años noventa, y por el florecimiento de un kibbutz de la zona, comenzaron las excavaciones de la ciudad y aún hoy día queda muchísimo por encontrar. De hecho, uno de los atractivos de la zona es el buceo entre restos de la ciudad y puerto de Caesarea. Para los que no pasamos del clásico snorkel, y el ir en febrero y el efecto cacahuete asociado no acompañaban mucho, nos conformamos con ver las columnitas romanas a orillas del mar (pá qué pasar frío, no?)
Al menos, podías pasar el tiempo bicheando un rato
Otra de las grandes estrellas de Cesárea es el anfiteatro, reformado y destinado a representaciones de teatro y música. Un gustazo debe de ser ver algo a pies del Mediterráneo (no tanto por lo visto lo son los precios...)
Para aquella época, si te cansabas de representaciones teatrales o conciertos o ver morir esclavos en el anfiteatro, podías ir unos cuantos cientos de metros más allá e ir al hipódromo, donde otros deportes relacionados con carreras de caballos podían entretenerte más aún.
La ciudad portuaria se dividía entre el gran palacio de quien gobernara en el momento
y se rodeaba de clases sociales más bajas (contrico más cerca del "cherif" más dinero tenías...)
Como todo en este país, uno de los mayores limitantes es la canalización de agua dulce. Pero ¿quién dijo limitante si puedes tener a gente que te construya un acueducto de varias decenas de kilómetros recorriendo toda la línea de costa hasta que te lleve agua a tu casa? Hoy día se conservan varios kilómetros de este acueducto aunque gran parte está enterrado bajo la arena de la playa
Apasionante!
ResponderEliminarThe most interesting spanish blog, ever!
ResponderEliminarHe cambiado al Explorer, y aqui sí me dejan publicar! ;D
ResponderEliminarjajaja...gracias por el (mentirosillo) piropo :-) Internet explorer sí te deja y Mozilla no? pos vaya con el open code de los cohone :-)
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