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jueves, 14 de noviembre de 2013

Cómo hacer amigos sin salir de tu edificio

Uno de los mayores yugos con los que un inmigrante recién llegado a cualquier país debe cargar es el ser un completo desconocido para el total de la población que te rodea. Cuán pesado será ese yugo y por cuánto tiempo deberás cargar con él dependerá de cuántas veces lo hayas cargado con anterioridad. En Tübingen, este yugo parece ser más ligero que en otras ciudades de Alemania. Las arterias principales de la ciudad fluyen a casi cualquier hora (dentro de los estándares alemanes en horario invernal, claro está) y generalmente la respuesta de la gente ante un cruce de miradas suele ser una sonrisa. Esto te envuelve y hace sentir en un país ameno...aunque no hay nada que suplante el calor de un amigo. La situación es sencilla: llegas a un país, no conoces a nadie y quieres hacer amigos. ¿Qué hacer? Os invito a todos a no seguir el detallado protocolo a continuación:

MATERIAL:

- Un ladrón
- Usted, como recién llegado a un país
- Vecinos (siete unidades, al menos)
- Un ático con puerta de madera


PROTOCOLO:

1.- Colóquese al ladrón en la puerta de su casa (una vez en el interior del edificio) y hágale forzar la puerta trece veces. Con esfuerzo y tesón, el ladrón conseguirá su propósito: entrar en la casa a las 4.20AM.

2.- Colóquese durmiendo en la galería de madera del interior de su casa y asegúrese que no será visto por el ladrón nombrado en el apartado 1 de este manual.

3.- Despiértese con el sonido de las pisadas del ladrón y agréguele el movimiento de unas luces LED azuladas de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

4.- Cree "algo" de tensión añadiendo al susto del ladrón su súbita reacción y baje por una escalera de madera casi de un salto (3m aprox).

5.- Haga del suelo de madera del piso un sucedáneo de tablao flamenco. Primero danzará "el ladrón de la puebla" y, tras tomar la decisión de seguirle "er payo saqueao".

6.- Alcance al ladrón, forcejeen e intercambien opiniones ("estimado ladrón: no me parece procedente este comportamiento invasivo"; "estimado señor que estaba siendo saqueado: no quiero resultar grosero pero tengo bastante prisa en ir salir de este edificio"). Puede aumentar la situación dramática pidiendo al ladrón que se deleite dando unas cuantas patadas y puñetazos al aire, gritos en alemán (ininteligible para usted, por supuesto, pero no para el resto de vecinos). Sincronice junto a su nuevo amigo el ladrón una finta y permítale huir hacia la puerta trasera del edificio.

7.- Aprovechando su fondo físico, alcance de nuevo a su amigo el ladrón en cuestión de segundos justo en la salida por la puerta trasera del edificio.

8.- Repita el apartado número 6, y permita al ladrón dejarse llevar añadiendo nuevas expresiones en alemán (el ladrón, su alemán seguirá siendo igual que unos minutos atrás, así que no lo intente...)

9.- Dado que nadie saldrá de sus casas a ayudarle (a pesar de todo el ruido generado entre los apartados 1 al 8 de este manual) concluirá que no usted solo no podrá reducir al ladrón.

10.- Antes de tomar cualquier decisión, asegúrese de si su nuevo amigo el Sr. Ladrón se ha tomado la libertad necesaria de seleccionar el material adquirido empleando nuestras más avanzadas técnicas de palpación (del bolso...). Si no reconoce contenido alguno en la bolsa, proceda al punto 11 del manual.

11.- Conexión de ideas: Sr. Ladrón pillado in fraganti, sale corriendo (no quiere follones), usted (por algún motivo extraño que le llevará aún un tiempo a entender) decidirá que no hay peligro (!) y correrá detrás suya. Tras emplear sus ya adquiridas e infalibles técnicas de palpación y no reconocer nada, evalúe la posibilidad de retenerlo o dejarlo ir. Si usted lo retiene, querrá decir que es Chuck Norris, así que no le hace falta hacer amigos, puede dejar de leer el manual. Si, por el contrario, lo deja escapar, pase al punto 12 de este manual.

12.- Suba escopeteado hacia el piso y haga un primer recuento de pérdidas: ordenador, cartera, disco duro, teléfonos, pasaporte....No se preocupe, todo permanecerá en el piso. No olvide respirar, las autoridades sanitarias lo recomiendan encarecidamente en su nuevo manual temporada otoño/invierno 2013/2014. Comience el protocolo de redes sociales: mande SMS a su jefa y un coleguita del laboratorio.

13.- Dado que su intento por socializar con el resto del vecindario durante las conversaciones con el Sr. Ladrón mantenidas en el apartado 6 podrán no resultar fructíferas, haga una visita a su edificio fantasma, donde nadie ha salido a su encuentro en ningún momento y donde la policía aún no ha aparecido. Dado que oirá ruidos, diga (en inglés) en voz alta que vive en el edificio, no sabe alemán, ni tan siquiera el número de la policía y que necesita que alguien llame.

14.- Tras ceñirse al apartado 13,  convencerá a los escépticos de detrás de las puertas a salir al descansillo. ¡Enhorabuena! ¡ya ha conseguido a sus primeros amigos!

15.- La sinergia hará el resto, y pronto tendrá en casa a un par de agentes de policía, las dos parejas de estudiantes y una vecina asustada que asomará tan sólo a la ventana para preguntar qué ocurrió

16.- Permita a los policías hacer su trabajo: esto le traerá nuevos amigos-policías en las próximas horas.

17.- Converse con los vecinos. Esta técnica comunicativa suele estrechar lazos. De este modo descubrirá que no salieron a ayudarle porque el ladrón gritaba en alemán. Pero permítales debatir sobre el mensaje transmitido por el Sr. Ladrón: opción 1 "yo vivo aquí con mi novia", opción 2: "tú has violado a mi novia". Ahora podrá entender por qué todos pensaban que era otro caso más de desamores en el edificio (aparentemente frecuentes)

18.- El apartado 16 atraerá a una pareja de policía científica: fotos de la puerta y conversaciones. Más coleguitas para su cómputo.

19.- Ahora está usted listo para buscar al intendente del edificio. Mr Scholz, de unos setenta años, sonriente y parlanchín (en alemán) es una pieza clave para su integración social en el vecindario: gáneselo y tendrá éxito asegurado.

20.- Ahora está usted en disposición de buscar a una traductora. Su vecina de abajo será una candidata excepcional. Japonesa, licenciada en literatura japonesa y antropología, especializada en cultura alemana. Trabaja de profesora en la universidad de literatura japonesa y traductora. Su tesis doctoral (en alemán) versará sobre las causas de tan buena tradición de horneado de pasteles en Alemania (traducción del título según google translator: "Del lujo a la prueba de amor: Las prácticas sociales y el significado simbólico del pastel horneado en casa"). Hágale compartir su conexión a internet para permitirle a usted quedarse en el piso mientras prepara sus clases para los alumnos en la universidad. Compartir internet nunca falla. Friends forever.

21.- Tiempo de mesas redondas. Evalúe junto al Sr. Schloz y Satsuki la situación: arreglo temporal de la cerradura (reventada tras trece intentos con ganzúa) y llame al cerrajero y carpintero. Por supuesto, en cada traducción deberá sentirse Bill Murray en "Lost in Translation".

Obra de arte del Sr. Ladrón. Título: "Las trece muecas"
22.- Nunca se olvide de su casero. Por supuesto, no le contestará a las llamadas ni a sus sms o mails al principio y usted desesperará al principio: no todo iba a resultar tan fácil, ¿no?

23.-  Recuerde que su caso lo lleva un policía asignado. Hable con él, descríbale todo, piensen juntos en el por qué entraron en tu casa y no en ninguna otra ...

24.- Haga turismo en su nueva ciudad: vaya a la comisaría de policía a llevar pruebas para obtener huellas digtales.

25.- Espere tres días hasta que su nueva puerta esté lista y a partir de entonces, usted podrá socializar con sus nuevos amigos, especialmente aquellos encontrados en los apartados 14, 15, 19 y 20.

PRECIO

Si usted decide seguir nuestro infalible método, "tan sólo" le costará el reloj de pulsera que le regalaron sus padres por navidad y el cuarto de frasco de colonia que quedaba y que el Sr. Ladrón tomó prestado del cuarto de baño.

RESULTADOS

Al finalizar nuestros servicios, usted podrá tomar cervezas y tendrá conversaciones aseguradas con:

- Las dos parejas de vecinos que salieron tras las trifulcas con el ladrón
- La japonesa profesora de universidad (imagínese degustando un sabroso pastel mientras toman café escuchando una charla magistral sobre el arte del horneado en Alemania)
- Miembros del laboratorio donde trabaja, pues le llamarán preocupados y ofrecerán casas donde dormir. Si tiene suerte, incluso alguien podrá ofrecerse a ir a su casa para hacer frente a posibles intrusos en estos días mientras arreglan la puerta.
- Su jefa, abrumada por no haber visto el mensaje que le mandó en el apartado 12 hasta casi 12h después, le visitará a la tarde/noche con pasteles, un peluche-dragón-guardián de puertas...y un bote nuevo de la colonia que le cobraremos por nuestros servicios!

"The Monster" tras una larga noche de vigilia disfrutando de su tan merecido café

Como el buen Jacinto dice "El Murphy es un hijoputa". Y bien que lo es. Habla con alemanes. Lee la Lonely Planet. Tübingen será siempre la ciudad tranquila, donde no hay delincuencia y apenas robos...Y es que, paradójicamente, tras tres años en Israel llego aquí y en menos de dos semanas rompo estadísticas!

Espero no tener que escribir nunca una entrada en el blog sobre cómo conocí al equipo de bomberos de Tübingen...

viernes, 8 de noviembre de 2013

Música para viajero errante

"What do we leave? Nothing much.
Only Anatevka"

[...]

"Soon I'll be a stranger in a strange new place,
Searching for an old familiar face"



martes, 22 de octubre de 2013

Música para el alma errante

Puedes cambiar el escenario y los actores, pero no con ello el libreto

Música de Shem Tov Levy

Poema de Constantin Kavafis


LA CIUDAD

Iré a otra ciudad -dijiste - iré a otro mar.
Encontraré otra ciudad mejor que esta.
Todo esfuerzo mío está condenado de antemano.
Y mi corazón yace - como muerto - en el sepulcro.
¿Hasta cuándo permanecerá mi espíritu en esta aflicción?
Allá donde vuelvo mis ojos, hacia donde mire
veo las ruinas sombrías de mi vida aquí,
donde pasé y arruiné y perdí tantos años.

No hallarás nuevos lugares, no hallarás nuevos mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas calles.
Y envejecerás en los mismos barrios
y en las mismas casas blanquearán tus cabellos.
Siempre llegarás a esta ciudad.
Para otra tierra- no lo esperes -
ya no hay barco para ti, no hay camino.
Así como en este pequeño rincón has destruido tu vida,
en todo el mundo la arruinaste.

(Constantine Kavafis)




domingo, 20 de octubre de 2013

Carta abierta de Sinead O´Connor a Miley Cyrus

Miley Cyrus, se ha convertido en el anti-héroe, en aquello que todo padre de adolescente teme para el futuro de sus hijos, pues pasó de ser la joven, tímida y dulce Hannah Montana...



...a ser la controvertida Miley Cyrus.



Si Freud levantara cabeza,,,,

Pero la protagonista de esta entrada no es ella, sino Sinead O´Connor, quien escribió hace un par de semanas una carta abierta a ella, dándole su opinión sobre el negocio de las discográficas y sobre cómo puede "prostituir" la música y los músicos. No tiene desperdicio.

Dear Miley,

I wasn’t going to write this letter, but today i’ve been dodging phone calls from various newspapers who wished me to remark upon your having said in Rolling Stone your Wrecking Ball video was designed to be similar to the one for Nothing Compares… So this is what I need to say… And it is said in the spirit of motherliness and with love.

I am extremely concerned for you that those around you have led you to believe, or encouraged you in your own belief, that it is in any way ‘cool’ to be naked and licking sledgehammers in your videos. It is in fact the case that you will obscure your talent by allowing yourself to be pimped, whether its the music business or yourself doing the pimping.

Nothing but harm will come in the long run, from allowing yourself to be exploited, and it is absolutely NOT in ANY way an empowerment of yourself or any other young women, for you to send across the message that you are to be valued (even by you) more for your sexual appeal than your obvious talent.

I am happy to hear I am somewhat of a role model for you and I hope that because of that you will pay close attention to what I am telling you.

The music business doesn’t give a shit about you, or any of us. They will prostitute you for all you are worth, and cleverly make you think its what YOU wanted.. and when you end up in rehab as a result of being prostituted, ‘they’ will be sunning themselves on their yachts in Antigua, which they bought by selling your body and you will find yourself very alone.

None of the men oggling you give a shit about you either, do not be fooled. Many’s the woman mistook lust for love. If they want you sexually that doesn’t mean they give a fuck about you. All the more true when you unwittingly give the impression you don’t give much of a fuck about yourself. And when you employ people who give the impression they don’t give much of a fuck about you either. No one who cares about you could support your being pimped.. and that includes you yourself.
Yes, I’m suggesting you don’t care for yourself. That has to change. You ought be protected as a precious young lady by anyone in your employ and anyone around you, including you. This is a dangerous world. We don’t encourage our daughters to walk around naked in it because it makes them pray [sic] for animals and less than animals (a distressing majority of whom work in the music industry and the associated media).

You are worth more than your body or your sexual appeal. The world of showbiz doesn’t see things that way, they like things to be seen the other way, whether they are magazines who want you on their cover, or whatever.. Don’t be under any illusions.. ALL of them want you because they’re making money off your youth and your beauty.. which they could not do except for the fact your youth makes you blind to the evils of show business. If you have an innocent heart you can’t recognise those who do not.

I repeat, you have enough talent that you don’t need to let the music business make a prostitute of you. You shouldn’t let them make a fool of you either. Don’t think for a moment that any of them give a flying fuck about you. They’re there for the money.. we’re there for the music. It has always been that way and it will always be that way. The sooner a young lady gets to know that, the sooner she can be REALLY in control.

You also said in Rolling Stone that your look is based on mine. The look I chose, I chose on purpose at a time when my record company were encouraging me to do what you have done. I felt I would rather be judged on my talent and not my looks. I am happy that I made that choice, not least because I do not find myself on the proverbial rag heap now that I am almost 47 yrs of age.. which unfortunately many female artists who have based their image around their sexuality, end up on when they reach middle age.

Real empowerment of yourself as a woman would be to in future refuse to exploit your body or your sexuality in order for men to make money from you. I needn’t even ask the question.. I’ve been in the business long enough to know that men are making more money than you are from you getting naked. Its really not at all cool. And its sending dangerous signals to other young women. Please in future say no when you are asked to prostitute yourself. Your body is for you and your boyfriend. It isn’t for every spunk-spewing dirtbag on the net, or every greedy record company executive to buy his mistresses diamonds with.

As for the shedding of the Hannah Montana image.. whoever is telling you getting naked is the way to do that does absolutely NOT respect your talent, or you as a young lady. Your records are good enough for you not to need any shedding of Hannah Montana. She’s waaaaaaay gone by now.. Not because you got naked but because you make great records.

Whether we like it or not, us females in the industry are role models and as such we have to be extremely careful what messages we send to other women. The message you keep sending is that its somehow cool to be prostituted.. its so not cool Miley.. its dangerous. Women are to be valued for so much more than their sexuality. we aren’t merely objects of desire. I would be encouraging you to send healthier messages to your peers.. that they and you are worth more than what is currently going on in your career. Kindly fire any motherfucker who hasn’t expressed alarm, because they don’t care about you.

Y es que, Sinead, no hay nada que se te pueda comparar :-)

lunes, 14 de octubre de 2013

19 noches y 500 días

De pequeño siempre odiaba montarme en coche. O en autobús. O en tren. Cualquiera de los medios de transporte que hoy día significan libertad y movimiento eran en su día cárcel y tortura para el renacuajo con gafas que se subía en ellos. Cada vez que montaba en un coche hacía mi más fiel réplica de la Fontana de Trevi en el interior del habitáculo. Afortunadamente he crecido (al menos, físicamente) y hoy día todo aquello pasó, a pesar de que mis tímpanos de vez en cuando se vuelven nostálgicos y se ponen a recordar viejos tiempos. Y hoy me he acordado de esto mientras volvía a casa en el tranvía. Es más, le he echado valor y me he sentado de espaldas al sentido del tren, algo impensable en mis años mozos. Montar en el tranvía de noche tiene su punto nostálgico. Vacío. Gente cansada, poco habladora, recorriendo calles cansadas que poco tienen que decir a estas horas del día. Mirar hacia el sentido contrario de la marcha del tren es desconcertante. Ves a un mundo que, a pesar de que hace el intento de acercarse, se aleja cada segundo más y más de ti. Ese tren de la vida es el encargado de que pasado y futuro nunca se encuentren. Y tienes un destino a tus espaldas, un destino del que apenas conoces más que el nombre pero al que tu vida te lleva directo a él. Para hacer más macabro aún el viaje hay que mirar a los ojos del pasado, haciendo más amarga aún la despedida al ver a quiénes dejas atrás y cómo no puedes hacer nada por alcanzarlos de nuevo. Pero el tren continúa su marcha, esa marcha que tú mismo elegiste.

Diecinueve noches. Es impresionante cómo hacemos del tiempo un muelle al que estiramos y contraemos a nuestra conveniencia. Y es que me quedarán diecinueve noches para vivir este país, y más de 500 días para volver a hacer de cualquier lugar del resto del mundo mi hogar. ¿Qué le vamos a hacer? yo mismo saqué los billetes.


viernes, 11 de octubre de 2013

Todos somos de Anatevka

"A fiddler on the roof...Sounds crazy, no? But here, in our little village of Anatevka, you might say every one of us is a fiddler on the roof. Trying to scratch out a pleasant, simple tune without breaking his neck. It isn't easy. You may ask, why do we stay up there if it's so dangerous? Well, we stay because Anatevka is our home. And how do we keep our balance? That I can tell you in one word: Tradition!"





miércoles, 9 de octubre de 2013

Música para vaciar el mundo

El mundo y tú. Tan sólo vosotros dos existís en el momento en que escuches esta canción. Lo demás, puede esperar seis minutos y cuarenta y cinco segundos.


lunes, 7 de octubre de 2013

Música para desearle todo a alguien



Noches de boda / Y nos dieron las diez (Joaquín Sabina)

(English translation -or kind of...- below)

Que el maquillaje no apague tu risa,
Que el equipaje no lastre tus alas,
Que el calendario no venga con prisas,
Que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
Que gane el quiero la guerra del puedo,
Que los que esperan no cuenten las horas,
Que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
Que el escenario me tiña las canas,
Que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
Ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
Que los otoños te doren la piel,
Que cada noche sea noche de bodas,
Que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
Que las mentiras parezcan mentira,
Que no te den la razón los espejos,
Que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de ti el desamparo,
Que cada cena sea tu última cena,
Que ser valiente no salga tan caro,
Que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
Que no te vendan amor sin espinas,
Que no te duerman con cuentos de hadas,
Que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
Que los otoños te doren la piel,
Que cada noche sea noche de bodas,
Que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean lunas de miel
--
Fue en un pueblo con mar un verano después de un concierto
Tú reinabas detrás de la barra del único bar que vimos abierto,
Cántame una canción al oído y te pongo un cubata
Con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata.
Loco por conocer los secretos de tu dormitorio
Esa noche canté al piano del amanecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar, uno a uno, se fueron marchando
Tú saliste a cerrar, yo me dije, cuidado chavalte estás enamorando.
Luego todo pasó de repente, tu dedo en mi espalda
Dibujó un corazón y mi mano le correspondió debajo de la falda.
Caminito al hostal nos besamos en cada farola
Era un pueblo con mar, yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola.

Y nos dieron las diez y las once,
Las doce y la una, y las dos y las tres
Y desnudos al anochecer nos encontró la luna,

Nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos,
El verano acabó, el otoño duró lo que tarda envolver el invierno.
Y a tu pueblo el azar, otra vez, el verano siguiente
Me llevó y al final del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente
Y no hallé quien de ti me dijera ni media palabra
Parecía como si me quisiera el destino gastar una broma macabra.
No había nadie detrás de la barra del otro verano
Y en lugar de tu bar, me encontré una sucursal del banco hispanoamericano,
Tu memoria vengué, a pedradas contra los cristales,
Sé que no lo soñé, protestaba mientras me esposaban los municipales
En mi declaración alegué que llevaba tres copas
Y empecé esta canción en le cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa.

English translation

(the whole first part of the song fits to the structure "I wish you that...")

That makeup will not turn off your laughter ,
 That baggage will not drag your wings ,
 That schedules will not come in a hurry , 
That the dictionary will stop the bullets  ,
 That blinds will change shades at dawn,
 That "wanting" will win the war to "been able", 
That those who wait will not count the hours , 
That those who kill will die of fear. 
That the end of the world will catch you dancing , 
That the stage will paint your gray hair 
That you will never know how or when,
 two birds in a bush , yesterday or tomorrow 
That heart will not go out of fashion , 
That autumn will brown your skin , 
That every night will become a wedding night , 
That every moon will become a honeymoon . 
That all nights will be wedding nights , 
That every moon will become a honeymoon. 
That truth will not have complexes
That lies will look like lies 
That mirrors will not agree with you, 
That you will enjoy looking at whatever you are looking at . 
That helplessness will not take care of you , 
That every supper will be your last supper , 
That being brave will not be so expensive, 
That being a coward will not be worthy. 
That you will not be purchased for less than nothing , 
That you will not get spineless love 
That you will not fall asleep with fairy tales, 
That the bar at the corner will never be closed. 
That the heart will not go out of fashion, 
That autumn will brown your skin, 
That every night will become a wedding night, 
That every moon will become a honeymoon. 
That all nights will be wedding nights, 
That every moon will become a honeymoon.

-

 It was in a village at the shoreline, one summer after a concert.
 You were reigning behind the only bar I saw opened.
"Sing me a song by ear and I will offer you a "cubata"
 "Just one condition, let me open the balcony of your cat's eyes"
 Getting crazy to know the secrets of your bedroom 
I sang at dawn that night my whole piano repertoire. 
Guests at the bar were leaving one by one,
You came out to close,  and I told myself, "careful buddy, you are falling in love".
 Then everything happened at once, your finger was suddenly on my back
 She drew a heart and my hand answered under her skirt.
 On our way to the hostel we kissed on every lamppost
It was in a village at the shoreline, I wanted to sleep with you and you did not want to sleep alone .
 And it was ten and eleven,
 twelve and one, and two and three o'clock
 And moon found us naked at dusk ,
 We said goodbye , "I hope we'll meet again",
 Summer 's over, the fall lasted what it takes to wrap the winter. 
And at your village again next summer,
chance took me after the concert
 and I looked for your face among people. 
And there was nobody who said a single word about you
 It seemed as if fate was playing a macabre joke with me .
 There was no one behind the bar of the previous summer.
 And instead of a bar , I found a Latinoamerican bank branch.
I avenged your memory with stones against the glass,
 I know I did not dream it,
since I was handcuffed while protesting in front of the policemen.
In my statement I argued that I was drunk 
And I started writing this song in her room, 
right where I took off her clothes that time.

domingo, 6 de octubre de 2013

Música para...

...para sonreir, para recordar, para inquietar, para llorar, para añorar, para imaginar, para huir, para volver, para llegar, para decidir, para dudar, para sentir, para olvidar, para bailar, para pensar, para viajar, para correr, para esperar, para amar, para odiar, para trabajar, para leer, para escribir, para pintar, para romper, para cocinar, para festejar, para seducir, para encantar, para vivir...

Y es que la música existe para recordarnos que estamos vivos. ¿Quién no ha paseado alguna vez con un walkman, discman, mp3, iPod, iPhone o cualquier cacharrajo con un botón de "play" por la calle y se ha percatado de que aquella canción que sonaba en ese instante venía como anillo al dedo? ¿Quién no ha buscado en las letras de una canción la empatía necesaria? ¿Quién no ha pensado "esta canción la escribieron para mí"? Hoy he pensado en subir letras y canciones que en algún momento dijeron, han dicho, dicen o sé que dirán algo en mi vida. En otras ocasiones imaginaré situaciones. En otras quizás escriba las mías propias. ¿Imaginario o real? ¿Qué más da? Así pondremos todos banda sonora a nuestras vidas.


Luna Abu Nassar

Tiene 23 años pero compone como si su vida hubiera sido rasgada y cicatrizado como la de un octogenario. Acabo de leer sobre y ella y escuchado un par de canciones de su primer y único disco, pero merece la pena (y mucho) dedicarle la poco más de media hora de duración. Música en árabe y hebreo. Muy recomendable!!!

Luna Abu Nassar. Photo by Natisha Shpaner

Podéis escuchar el disco entero (y comprar, que són sólo 7 eurillos) en su página web.

Y para muestra...un botón




Y aquí os dejo el artículo que he leído sobre ella en el diario "Haartez", escrito por Ben Shalev y publicado el día 5 de Octubre.

Introducing musician Luna Abu Nassar, a bilingual acrobat
Acoustic and rock 'n' rolling, gentle and rough, Arabic and Hebrew - Luna Abu Nassar, like every superb artist, rises above these binary divisions in her brief but weighty debut album.
By Ben Shalev | Oct. 5, 2013 | 7:21 AM
True, Luna Abu Nassar’s wonderful debut album, “Asaper Lakh,” has not been officially released and isn’t even in record stores yet, but that is not a good excuse for the fact that a proper review of it hasn’t been published yet. Beauty like this ought to be announced as soon as possible.
There are many ways to explain why the new digital album by 23-year-old Abu Nassar − known (to a few, perhaps) as a member of the excellent Jaffa-based hip-hop group System Ali − is such a work of art and a candidate for the list of best albums of the year.
Where to begin? Maybe from both the beginning and the end, from the first and final tracks of this Hebrew-Arabic album, which provides the lyrics in both languages. Abu Nassar creates a delicate and moving connection between the two extremes, and this connection strengthens the feeling that this album, despite its brevity (half an hour in all) and minimalist tone, is a weighty work of art − in the good sense of the term.
The first song actually has two segments. It begins with a short instrumental piece, “Kan Ya Makan,” comprised of layers upon layers of music played by plucked strings, which you do not usually encounter on rock albums. Is it a harp we hear? Or maybe a kanun (a traditional instrument, like a zither)? Perhaps both instruments together. It’s not important. The main thing is that Abu Nassar and her partner in creating the album, producer-arranger Dror Rotem, introduce the listener to a special, riveting world of sound, embodied at the outset of the title track and continuing to permeate it.
From a musical standpoint, “Asaper Lakh” is a gentle and fairly standard acoustic ballad, but its lyrics are jolting: This is actually a twisted lullaby that an emotionally unstable mother croons to her daughter, describing scary enemies, evil spirits and bad, nasty, lying people. It is a song that has a general relevance, but toward the end Abu Nassar inserts herself into it. The mother sings, in Hebrew: “My moon, close your eyes, do not fret, I will give you everything, but I don’t have, don’t have” − and then Abu Nassar switches to Arabic and the hypnotic sound of the kanun/harp, which now takes on a disturbing tone, and moves from the background to the forefront.
Leaping to the final track, “Boha,” it, too, is a quiet acoustic song, similar in spirit of “Asaper Lakh,” but it seems that this time − this is at least one possible interpretation − the daughter is the one addressing the mother (also in Hebrew). “I would give you everything,” she says, and adds a few lines later: “Soon the moon will be gone, hold me tight before I run away from here, soon a full moon, wake up now, before I run away from here.” This time as well, when the vocalist and guitar fall silent, the sound of the kanun/harp is heard, quieter than ever. What a great way to close the circle that opened the album.
What the opening and closing songs do not reveal, despite their great beauty, is the musical depth of this album: It contains not only quiet acoustic songs, but also more intense and current musical dimensions. There’s the beat, for example. By the second song, “Mishwar,” the acoustic poignancy has dissipated and has been replaced by a broken-but-sweeping rhythmic pattern, which is achieved by combining Eastern percussion instruments and an electronic beat.
Thankfully, we are not talking about yet another young singer who thinks that a voice, an acoustic guitar and sincerity are sufficient ingredients for creating music that’s successful from the artistic point of view (especially as Abu Nasser has a small voice, and her delivery, especially in Hebrew, could be better). The wounds she exposes on this album − and she exposes quite a bit, albeit in a delicate and implicit manner − are given appropriate expression in the music, as well. Not just in the dense and intense sounds in some of the songs, but also in Abu Nassar’s cyclical and haunted melodies, which induce a feeling of there being no way out. Acoustic and rock ‘n’ rolling, gentle and rough, Arabic and Hebrew − Abu Nassar, like every superb artist, rises above these binary divisions. She sings in one language and then switches to another, she scratches the guitar and then caresses it, and she makes all these transitions completely naturally.
Bilingual acrobat
A particularly interesting moment related to singing in both languages occurs at the opening of “Rakevet,” the best track on this digital album, in my opinion. Abu Nassar begins singing, and at first it is not clear she is singing Hebrew words. She rolls these words on her tongue like a bilingual acrobat. It is only a bit later when we realize it’s Hebrew. Abu Nassar sounds like the niece of Inbal Perlmuter there. Even before the first words of “Rakevet” are heard, something happened that made me want to hug Abu Nassar and her partner Rotem: There’s a guitar riff that opens the track − a repetitive bass note that descends by a half tone and then a full tone. God almighty, I thought. It is exactly like the opening of “I Wanna Be Your Dog” by Iggy Pop and The Stooges − one of the greatest rock songs of all time. And then my thoughts automatically drifted to the late radio host/DJ Michal Niv, who played the Iggy & The Stooges song countless times and would probably have loved this track and indeed the whole album by Abu Nassar.
“Asaper Lakh” will catapult Abu Nassar into the awareness of many music lovers; actually, there are already signs of this. Next Wednesday, October 9, she will be performing at Ozen Bar in Tel Aviv. There will only be a sliver of a moon outside that night, but if the performance reflects the album in quality, a light will be shining brightly in the club.
For now, you can listen to and purchase “Asaper Lakh” on Abu Nassar’s bandcamp page (http://lunaabunassar.bandcamp.com).

sábado, 5 de octubre de 2013

Las "trompetas" de Nachlaot

Añorar los pequeños detalles es una de las formas más hermosas de recordar un sitio, una persona, un momento. Esos recuerdos que despiertan en ti esa "saudade" que tanto gusta en los fados, esa morriña que sólo los gallegos saben pronunciar con tal encanto que casi les abrazas cada vez que terminan de pronunciar la palabra.

Una parte de esos pequeños detalles o recuerdos los tengo hoy día almacenados en papel en algún rincón escondido de mi cuarto. Desde notas escritas entre amigos en el colegio para evitar ser vistos por el maestro (o para sobrevivir a la lección del día) hasta cuadernos de notas. Así que, gracias a  Diógenes y al arquitecto de casa, rescaté de las tinieblas de mi armario algo que escribí cuando aún tenía ese felpudo entre labios y nariz que los adolescentes (en un sentimiento contradictorio entre orgullo y vergüenza) ya llaman "bigote". Algún día durante esa querida-maldita edad hice una pequeña introspección. Era algo redactado a caballo entre tragicomedia shakesperiana y noticia del diario 20 Minutos. Leerte en el futuro te reconcilia con ese "yo" del que muchas veces has sentido lástima en el pasado. En este caso escribí sobre qué pensaba que iba a añorar de mi tierra en el momento en que tuviera que partir. Paradojas del destino. Parecía un trabajo de clase que él mismo encomendó para prepararme para lo que iba a vivir en años venideros. La forma hoy día es, quizás, lo de menos. El contenido, sin embargo, estaba lleno de pequeños detalles, de aquellos minúsculos estímulos que pasan desapercibidos pero que quedan grabados en la memoria. Esos candidatos para sacar a la luz mediante palabras inconexas y sinsentidos que diré cuando ya haya perdido la cabeza (del todo) en mis últimos días. ¿Qué podía, pues, añorar un joven adolescente de su ciudad natal? La noche en calma. En casa. En cama. Todos durmiendo salvo dos iconos de nuestra cultura: la catedral y mi padre. La primera se hacía notar cada cuarto de hora y horas en punto, tanto en noches de vigilia como entre sueños. El segundo pasaba más desapercibido, fumando su tabaco negro que el aire se encargaba de colarlo en mi cuarto y leyendo, ¿quién sabe?, quizás también algo que él mismo escribió décadas atrás.

Pequeños detalles son los que al final moldean nuestras vidas. Una canción que invoca a una época de tu vida. Un olor que aún te hace sonreír. Un sonido que genera una reacción en cadena de conexiones neuronales trayendo a tu cabeza una ingente cantidad de recuerdos. Fue ayer, precisamente un sonido, quien me hizo adelantarme a los acontecimientos. Ayer pude reconocer cuál de estos recuerdos me llevaré en algún rincón escondido de mi memoria y aflorará tan sólo cuando algún estímulo caprichoso lo desee.  Mi barrio, Nachlaot, es un crisol de culturas y modos de vida. Artistas, bohemios, religiosos, laicos...todos conviviendo en un barrio fundado por una comunidad judía siria en el siglo XIX. Es uno de los barrios donde aún se intenta mantener la tradición heredada desde tiempos del Segundo Templo según la cual se hacían sonar las trompetas (shofar) para dar a conocer la entrada de Shabbat ("Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne"; Salmos, 81:3). Hoy día nadie se deja sus pulmones innecesariamente, pero reproducen un sonido similar por unos altavoces situados en las sinagogas. Este sonido, este pequeño detalle que caracteriza a una religión por la que no comulgo, me hizo sentir esa saudade y morriña aun antes de haber partido. Ayer, al oírlo, me di cuenta de que tan sólo volveré a oírlo de nuevo tres veces más. Después marcharé. Y sé que el sonido del shofar será mi humo de tabaco negro y mis campanas en Tierra Santa.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Shanah tovah

Shanah tovah. Feliz año nuevo, se deseaba todo el mundo hace poco más de un par de semanas en Israel para este año que acaba de entrar según el calendario judío. Y es que el día 5 fue el gran día, su “noche vieja” o Rosh Hashana. Es curioso que toda civilización ha tratado siempre de dividir la continuidad del tiempo, la imparable fugacidad de nuestros días de modo que ya no podemos distinguir si lo hacemos para contabilizar el tiempo que llevamos en este mundo o el tiempo que nos queda hasta que él se deshaga de nosotros. Los egipcios lo dividían en base a los ciclos de inundaciones del valle del Nilo y así podían establecer las temporadas de siembra y colecta. Los romanos le daban nombre a los meses en honor a dioses (Marte, Juno…) o emperadores (Julio César, Augusto…). Los cristianos heredaron este último y decidieron poner el contador a cero comenzando cuando nació Jesús. Los judíos, en su calendario hebreo, al no aceptar la llegada del Mesías, deciden hacernos un poquito más viejos y añadir 3760 años más a la fecha cristiana para revelar la fecha en que todo comenzó (Génesis) (por cierto, que parece que todo comenzó un 7 de octubre del 3760 a.C, ¡hay mucho que celebrar ese día!). A los musulmanes hemos de agradecer el quitarnos unas cuantas patas de gallo al hacernos unos seis siglos más jóvenes por comenzar a contar desde el momento en que los musulmanes emigraron desde la Meca hasta Medina (Hijra o Hégira). Cada civilización ha decidido el inicio de su era por los más diversos motivos, pero todos han tenido la misma obsesión: decidir dónde comienza y dónde termina una unidad más de tiempo de nuestras vidas.

Memento mori. Tempus fugit. Carpe Diem. Mientras al tiempo se le ha representado históricamente como un reloj alado, a nosotros deberían de caricaturizarnos como un gato con botas de plomo tratando de cazar lagartijas. Igual de absurdos debemos de parecer a veces con nuestra obsesiva capacidad de recordar que tenemos que lograr lo que se espera de nosotros no hoy, sino ayer, y que esto suele ir generalmente en detrimento de lo que (quizás) realmente anhelamos. Y es que, paradójicamente, nuestra obsesión por el tiempo nos evita darnos un tiempo a nosotros mismos. Por esto mismo quizás celebremos tan vívidamente el inicio de un nuevo año y, quizás porque intuimos que el tiempo es continuo y nuestra división es de un modo u otro artificial, relacionamos el inicio de año nuevo con una nueva vida. Yo ya estoy cansado de decir que voy a comenzar una nueva etapa, de emprender nuevos caminos, de echar a volar. Miento. Me encantan sus consecuencias. Pero nos engañamos a nosotros mismos. Vida no hay más que una, caminos también. Se hace camino al andar, sí, el nuestro. Mi vida comenzó en un momento, y un momento ha pasado desde entonces. Toda pretensión de dividirla en partes quizás me ayude a organizarla, pero no a resolverla. Pronto comenzaré una nueva etapa, sí, pero seguirá siendo la misma que antes de venirme a este lado del Mediterráneo y la misma que cuando “la huesuda” venga a hacerme una visitica. Con sus más y sus menos, sí, pero mía.

Tengo el corazón contento

...y cómo no tenerlo cuando vives una noche inolvidable, una de esas que elegirías para llevarte de recuerdo a la otra vida. Y para los que no nos caracterizamos por tener una memoria de elefante, ahora lo tenemos mucho más fácil. El pasado viernes 13 ha dejado de ser título de una película de miedo para convertirse en una de de esas de las que sales del cine con una sonrisa de oreja a oreja y te invitan a vivir cada segundo de tu vida como si fuera el último. Y es que se casaron esos dos pedacitos de mi vida que son mi hermano Carlos y Pilar. Aquí tenéis una pequeña muestra de esa noche, donde nos coordinamos todos en un "lipdub", un video musical rodado en una sola toma y generalmente con muchísima gente coordinando baile y música. El video fue una sorpresa que prepararon los novios para todos los invitados, luego se rodó todo sin ensayo previo y una sóla vez (no hubo repetición alguna). Eligieron la canción "Corazón contento" de Marisol que, sin duda, se puede decir que le vino como anillo al dedo. 

martes, 3 de septiembre de 2013

Vivir fuera (por Javier Cercas)

Sobre la importancia de vivir fuera para conocer a los de dentro. Artículo escrito por Javier Cercas y publicado en El País Semanal el pasado 1 de Septiembre de 2013.

Hace un cuarto de siglo viví fuera de España durante dos años, en Estados Unidos, no lejos de Chicago. Por entonces yo era muy joven y quería ser norteamericano; mejor dicho: quería ser un escritor norteamericano; mejor dicho aún: quería ser un escritor norteamericano postmoderno. Vivir fuera me enseñó algo importante: que yo era español –o al menos esa mezcla de extremeño y catalán que quizá sólo se puede llamar español– y que en consecuencia tenía que resignarme a ser un escritor español. Fue una decepción tremenda, de la que intenté vengarme entregándome con entusiasmo a las cosas que se supone que hacemos los españoles: comer a las tres de la tarde, dormir la siesta, hablar a grito pelado y demás salvajadas por el estilo. He vuelto a hacerlo. Quiero decir que he vuelto a vivir fuera, esta vez en Berlín, donde he pasado cuatro meses en la Universidad Libre, hablando de Borges. Por cierto que sólo ahora he descubierto que yo no era tan original como me creía, y que, para saber quién es, todo el mundo necesita verse desde fuera. Borges, sin ir más lejos, necesitó vivir siete años en Europa, cuando era apenas un chaval, para descubrir que era argentino, y por eso (o porque decidió hacer de la necesidad virtud) su primer libro se tituló Fervor de Buenos Aires, igual que los herederos legítimos de Borges tuvieron que querer ser escritores franceses o norteamericanos y tuvieron que vivir varios años en Europa para descubrir que eran latinoamericanos. Uno no vive fuera para descubrir a los demás, sino para descubrirse a sí mismo.



No sólo para eso, claro. A veces hay que vivir fuera para ganarse la vida; a veces dan ganas de hacerlo para aliviarse de las neurosis nacionales, o porque a uno le vence la sensación de vivir en un país frío y feroz, moralmente abyecto. Un país donde va a la cárcel quien roba diez euros y no quien roba diez millones. Donde la vida pública parece un estercolero en el que hozan sinvergüenzas especializados en dar lecciones de ética y mentirosos disfrazados de paladines de la verdad. Donde la televisión da asco y pena, mientras que las escuelas, las universidades y las librerías sólo dan pena. Un país de ganadores y perdedores donde no se sabe ganar ni perder, porque las derrotas siempre se atribuyen a los demás, y las victorias, a uno mismo, y porque los ganadores sólo conocen la chulería, y los perdedores, el rencor. Un país donde se inventan problemas ficticios para esconder los reales, y donde políticos trileros organizan engaños masivos para tapar incompetencias y corrupciones masivas y los presentan como ejercicios de radicalidad democrática. Un país sórdido y sucio, donde se confunde ser tolerante con ser pusilánime, donde la rapacidad se viste de altruismo y donde prosperan los canallas, incluidos los canallas de las buenas causas. Un país de pícaros, cobardes y cantamañanas, donde todavía gobiernan los curas.
Pero no es verdad: no somos esencialmente peores que otros, aunque a veces lo parezcamos; de hecho, ni siquiera sé muy bien qué demonios significa eso de “esencialmente”. Una vez coincidieron Fernando Fernán-Gómez y Erland Josephson, el pro­­tagonista de tantas películas de Bergman. “¿Sabe usted cuál es el pecado nacional español?”, le preguntó Fernán-Gómez al gran actor sueco. “No”, contestó naturalmente Josephson. “La envidia”, le informó Fernán-Gómez. “Caramba”, replicó Josephson. “¿Pues sabe usted cuál es el pecado nacional sueco?”. “No”, contestó naturalmente Fernán-Gómez. “La envidia”, dijo Josephson. Así que, como suele decirse, en todas partes cuecen habas (salvo, al parecer, en el Perú, donde, según el poeta César Moro, sólo cuecen habas), y la España de hoy no es ninguna excepción. De hecho, muchos extranjeros que visitan nuestro país se asombran de que, a pesar de la brutal situación que vivimos, las calles sigan animadas por un gozo vital permanente y no se haya producido una explosión social, cosa que en parte se debe, como todos sabemos, a una doble ONG llamada familia y amigos. Nada más lejos de mi intención que ponerme patriótico, pero esa capacidad para la alegría trágica y para la compasión real son, a mi entender, dos virtudes considerables. Aunque quizá para apreciarlas del todo también haya que vivir fuera. Quizá para vivir dentro hay que vivir fuera.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cuando Siria era canela, pimienta y risas

"Stupid war" por Milena Jarjour

Insensible ya a las imágenes que vemos todos los días de niños armados hastas cejas, padres clamando al cielo sosteniendo a sus hijos heridos de muerte, sábanas envolviendo bultos de algo que hacía escasas horas albergaba vida...insensible, como digo, a estas imágenes, parece que simbolismos y viñetas de cómics atacan a ese punto flaco que aún me hace ser humano. Dos mujeres sostenidas por un trozo de tierra que se ha cortado se sus raíces. Una con el pelo recogido. Otra sin ningún símbolo religioso. Ambas lloran. Milena Jarjour es española de origen sirio. Tiene un inconfundible estilo que inevitablemente la vincula con Marjane Satrapi y su obra de arte "Persépolis". Pero ella, en lugar de sentirse hastiada por dicha comparación, se enorgullece aún más de su estilo y lo hace aún más personal.

Hoy han publicado en el diario "El Mundo" un artículo sobre ella, el mismo que me la ha dado a conocer. Merece la pena echarle un vistazo. En palabras de Raquel Villaécija (periodista):

"La Siria de Milena huele a especias: a baharat, canela y pimienta en las calles de un zoco abarrotado de color y vida. Su Damasco sabe a dátiles y pistachos y suena a bullicio, a gente ociosa callejeando y compartiendo ciudad y bandera. Desde Madrid abre los cajones donde guarda la esencia de sus viajes y el sabor de la infancia la devuelve a la casa familiar, al zoco que se comía a zancadas, a esta Siria sensorial que atrapó para siempre en su memoria".
Hoy Damasco no huele a especias sino a pólvora, no suena a risa sino a llanto, no siente hermandad sino odio. El zoco que la niña olía en sus paseos hoy está vacío de vida, es un recuerdo en blanco y negro".

sábado, 4 de mayo de 2013

Poema al Mar Muerto

Once I traveled 
along the shore of the Dead Sea 
with a blind poet.
I wanted to describe the sights 
and I was quiet. 
He saw.
He understood
(Yehuda Amichai)


sábado, 12 de enero de 2013

Lo Imposible


"Felicidad. (Del lat. felicĭtas, -ātis). f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien."

Con tan majestuosa simpleza define la Real Academia Española el más ansiado de esos estados a los que nuestro ánimo puede aspirar. Pero un buscador de tres pies no puede conciliar bien el sueño si no recurre de nuevo al maravilloso Buscón de la RAE para satisfacer su duda: ¿y a qué se refiere con un "bien"? La definición es bien sencilla: "Aquello que en sí mismo tiene el complemento de la perfección en su propio género, o lo que es objeto de la voluntad, la cual ni se mueve ni puede moverse sino por el bien, sea verdadero o aprehendido falsamente como tal". Después de leer semejante definición no he podido más que sentirme infeliz desde el momento en que he leído la definición hasta por fin comprender qué es ese bien que debo de poseer para complacer mi estado de ánimo.

Jerusalén es una ciudad milenaria, multicultural, activa, bulliciosa, casi efervescente. Te puedes embriagar por los vapores de tres religiones/culturas en cuestión de metros en la ciudad vieja y sobrevivir a su resaca bañándote en las aguas culturetas más laicas de la ciudad (que sí, también las hay, y muchas). A un turista o visitante de la ciudad, esto es precisamente lo que más le fascina, atrae y embelesa. Pero aquellos que vivimos la ciudad en el día a día hay un intento de refrán que aún no ha tomado forma y escuchas de mil y una maneras distintas y que viene a decir algo así como: "Jerusalén es impresionante: pero Tel Aviv es Tel Aviv". No hay que pensar mucho en el por qué de esta afirmación. Tel Aviv puede entenderse de mil maneras, pero quizás la más amplia pueda ser aquella que la presenta como ciudad donde se permite hacer todo aquello que está prohibido en Jerusalén. Tel Aviv apenas palidece al entrar el Shabbat, sus ciudadanos tienen fácil acceso a una inmensidad de alimentos "prohibidos" por quienes basen su dieta a aquello que la Torá les permita (kosher). Quizás para el sector más laico de Tel Aviv sea más fácil encontrar aquel bien que la RAE matiza se debe tener para alcanzar la felicidad, quien sabe si por la menor cantidad de restricciones, por la menor exposición a conflictos étnico-culturales, por ambos, por mil más o por ninguno de los anteriormente descritos.

Y la gente de Jerusalén ¿es feliz? lejos de ser una pregunta rara, este tipo de cuestiones suelen ser frecuentes entre extranjeros que visitan la ciudad y sufren esa borrachera y resaca de la que hablé antes en cuestión de un par de días. Y frente a una pregunta rara, una respuesta difícil: lo es, claro que lo es, pero a su modo. Algo tiene Jerusalén que atrae a la gente, más allá de la religión, más allá de movimientos sionistas. Quizás sea lo que hay o, todo lo contrario, lo que queda por hacer. Jerusalén es una ciudad milenaria que renace con el día a día. Los judíos ultraortodoxos (quizás una errónea imagen para el extranjero como representante de la ciudad) tienen más que motivos para golpearse en el pecho orgullosos de haber vuelto a la tierra de la que fueron expulsados hace ya dos milenios. Los sionistas más pretenciosos pueden sonreir al visitar la ciudad vieja sin restricción alguna. Los estudiantes universitarios gozan de un sistema educativo categorizado (si mal no recuerdo) en la posición 52 a nivel mundial. Estos no son más que ejemplos, pues es imposible encajar la sociedad jerusalemita en moldes, por cuantiosos que fueran. Entonces, ¿por qué cuando uno camina por la calle tiene la sensación de que el mundo está cabreado, de que la gente no interacciona entre ellos si no es para regañar, ladrar y moder?

Hace un par de días, Jerusalén apareció en los medios de comunicación nacionales por haber amanecido nevada como hacía años que no lo hacía (de hecho mi dormitorio, amueblado con un escritorio y algunas estantería de Ikea, parecía sacado de un catálogo de la gran casa de muebles sueca).  








Salvo los pobres gatos callejeros de la ciudad, no había nadie que no se echara a la calle a jugar. Por primera vez en los poco más de dos años que llevo en la ciudad, he visto a TODO el mundo en la calle sonreír. Todos parecíamos sacados del mundo de la navidad que Tim Burton creó en su "Pesadilla antes de Navidad".





Todo el mundo reía, jugaba, saltaba, gritaba de emoción. Los coches se paraban en mitad de la calle para ceder el paso a la multitud que no hacía sino jugar. Los haredim (judíos ultraortodoxos) salieron de su preciado Mea Shearim a tirar bolas de nieve a los coches que pasaban...e incluso los conductores les reían la gracia! (por lo general estas agregaciones de haredim suelen ser cerca de Shabbat y no son ton tan amigables cuando reclaman al ayuntamiento la prohibición de la circulación de coches en las proximidades de su barrio).





El tranvía no funcionó en las primeras horas de la mañana ¡y qué más da! nadie se quejaba como suele hacerlo cuando el tranvía se retrasa 15 minutos. ¡Había nieve en la calle! Como era de esperar, una vez el mundo se adaptó a la nieve, una vez la novedad se convirtió en rutina, ese sentimiento de felicidad generalizada por toda la ciudad se desvaneció a la velocidad a la que todos imaginamos lo hiciera la nieve en Oriente Medio.





Entonces, ¿qué nos hace felices? ¿por qué durante al menos una hora todo el mundo deja el agrio carácter individual a un lado para unirse a una felicidad colectiva contagiosa, casi viral? Y, quizás más importante aún, ¿hay algún modo de poder repetir esta experiencia sin limitarnos a lo que Eolo, Poseidón o José Antonio Maldonado nos dicten? Después de que con tan sólo un poco de agua cristalizada la gente reaccionara como lo hizo en esta ciudad, creo que es posible. Quizás el mundo tan sólo necesite algo impredecible y que rompa con la rutina que nos maniata. Es difícil, claro está, encontrar algo tan universal y a la vez neutral que pueda gustar a todo el mundo. Pero reduciendo el universo a tan sólo cuanto hay a nuestro alrededor (y, si cada uno de nosotros lo hiciera, las consecuencias individuales afectarían también a escala global) sí que es más fácil hacer feliz a la gente. Así que, ya sabéis, sed impredecibles. Decid lo que no se espera sea dicho. Haced lo que no piensan que seáis capaces de hacer. Id a donde no os esperen. Esperad lo que no pensaban que aguantaríais.  Haced de lo imposible, algo más que una película de Bayona.