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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Buitres

Suena el despertador. Lo apagas. Te chilla. Lo apagas. Te vuelve a chillar. Lo vuelves a apagar. Cómo no, gana él. Te levantas. Ducha. Desayuno. Sales a la calle. Coches. Ruido. Ahora me toca cruzar. Uy, mejor que no. Cruzo el parque. Paso por la oficina de Bibi. Metralleta parriba. Metralleta pabajo. Yo con mi mejor sonrisa, por si acaso. Coches. Ruido. Ahora me toca cruzar. Uy, mejor que no. Llego a la universidad. Boker tov (buenos días). Mi mochila. No, hoy no me he traído ningún arma. Sí, es el cinturón lo que pita. Todá (gracias). Llego a mi edificio.


Que no es que lo haya reconocido por lo que está escrito en esta puerta, sino por lo que hay en esta otra


Enciende el ordenador. Correo. El País. Haaretz. ¿Y ahora qué hago? Bueeeeno, habrá que trabajar. Correos. Correos. Correos. Correos...

Y así comenzó mi día. Estos días estoy con la maravillosa, trepidante y excitante tarea de mandar correos pidiendo muestras. A mi espalda y cuello no les parece tan divertida la experiencia.

¿Por qué cuento esto? porque me encanta esto de que los planes surjan de imprevisto. Lo que en un principio me asemejaba a Bill Murray en el Día de la Marmota ("Atrapado en el tiempo") desapareció por completo en cuanto recibo una llamada de teléfono. "Alex, en media hora nos vamos a poner GPS a unos buitres, ¿te vienes?". Cuando estaba terminando la frase ya estaba listo en su despacho y esperando. Así que eso hice. El destino: algún rincón perdido en mitad del desierto de Judea



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Con todo esto de los "planes sin planear", no tenía la cámara en la universidad, de modo que no pude tomar fotos, aunque afortunadamente sí que ellos llevaban. Salimos en coche y conforme apenas te alejas de la ciudad, aquella mole de cemento que veía desde la tumba de Schindler el otro día, la tenía justo a mi lado izquierdo. Muros de más de ocho metros de alto y con alambres de espino te despiden o dan la bienvenida cuando dices de abandonar o entrar a Jerusalén por este lado del país. Entras en Cisjordania y todo cambia por completo...En un pueblo en nuestro camino recogimos a dos chicos para ayudar en el trabajo de campo. Luego fueron kilómetros y kilómetros de desierto de arena y piedra. Al principio carretera asfaltada. Luego carretera. Luego caminos. Y por fin llegamos.

Desierto de Judea y trampa

Lo primero: descargar datos de localizaciones de los GPS de los buitres que estaban por la zona. Luego había siete buitres en la trampa esperando a ver qué íbamos a hacer con ellos. Y se pusieron manos a la obra (los de la universidad, no los buitres)

BuitreS en el desierto de Judea


Después del trabajo, un tiempito pá comé y un té... 





Y pá casica...


Atardecer en el desierto de Judea con vistas al Mar Muerto...bastante mejor broche para el día que darle al botón "enviar" para mandar por enésima vez un correo a alguien que no conoces, no? Me voy a dormir, a ver qué surge mañana...

3 comentarios:

  1. Ya nos gustaría unas pocas patrullas "caza buitres" de ciudad...Vaya sitio de tomar el té!!!

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  2. Suena el despertador. Lo apago. Vuelve a sonar. Lo mato. He vencido. Me llama Ro, que me levante que tengo que ir a correos (mierda!). Me quedo dormido de nuevo. He vencido ne nuevo. Me manda un mensaje: que te levantes!. Definitivamente he sido derrotado. Me toca levantarme con resaca porque ayer me lié de cañas con Duarte y Franky (para variar), entre otros.
    Desayuno. Me visto. No cruzo, porque afortunadamente en mi casa no hay tráfico. Enciendo el portátil para mirar el correo mientras me tomo el café y descubro esta actualización. Y pienso... cabrón! (se puede decir esto a estas horas?).

    Uno tienen que ir a correos, y otros al desierto de Judea a "jugar" con los buitres.

    Como diría Tarantino...
    Malditos Bastardos!!
    ;)

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  3. jejejejeje...qué bueno Fer.Oye, pero no estoy del todo de acuerdo en dos cosas. La primera es lo de llamarme bastardo, que también podría decir lo mismo por lo de irme de "servesitas" con vosotros. Y lo segundo...bueno, porque estoy convencido de que en correos había mucho buitre suelto :-)
    Un abrazo!

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