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sábado, 20 de noviembre de 2010

Un paseo por la ciudad vieja

Pasear por la ciudad vieja de Jerusalén (i.e. todo lo que queda dentro de las murallas) es dar un salto en el tiempo y, a la vez, un recorrido por el mundo. En Jerusalén puedes pasar de un barrio musulmán a uno cristiano o judío en cuestión de metros y cada uno de ellos custodia aquello que fundó su religión: los cristianos cuidan de la Via Dolorosa y últimos momentos de Cristo en vida; a unos cientos de metros los musulmanes guardan con recelo la cúpula de la Roca, lugar donde Abraham iba a sacrificar a su hijo Isaac y desde donde Mahoma ascendió a los cielos hasta llegar a la ciudad de Medina en la misma noche; los judíos custodian el muro de las lamentaciones (Western wall, en inglés), única estructura que queda en pie de la muralla que custodiaba al primer y segundo templo levantados por el Rey Salomón (hijo de David) que resistió al saqueo y destrucción de los romanos durante su conquista.

Con tiempo me gustaría dedicarle una entrada a cada uno de ellos, hoy tan sólo pondré algunas fotos para que veáis lo que se puede ver en tan sólo unas horas. Independientemente de la carga religiosa que le queráis dar a vuestra visita, cada metro cuadrado cuenta un pedacito de la historia de las civilizaciones, y Jerusalén ofrece las herramientas para tratar de entender qué tienen en común cada una de estas. Sólo así se puede intentar entender qué es lo que hay aquí dentro.

Las fotos de más abajo las hice ayer mismo. Tengo un gran amigo llamado Murphy, el cual se inventó un códice de leyes hace un tiempito y se ha propuesto experimentarlas todas conmigo. Como me venía a una ciudad nueva y donde podía hincharme a hacer primeros planos y "robados" a la gente...pues ahí que te rompo el autofoco del objetivo. Espero a la vuelta de vacaciones de Navidad poder recuperar el tiempo perdido.

1.- Comencé la visita por el cementario cristiano cerca de la Puerta de Sión, para ver la tumba de Oskar Schindler, el empresario que salvó la vida a algo más de mil judíos en la Segunda Guerra Mundial y que Spielberg perpetuó con su oscarizada (y nunca mejor dicho) película.



desde allí, por primera vez desde que llegué, vi en unas cuantas colinas al horizonte el tristemente famoso muro...


2.- Iglesia de San Pedro en Gallicantu: lugar donde se dice que Pedro negó tres veces a Jesús antes de cantara el gallo.


3.- De ahí me fui al Cenáculo o lugar donde se dice que tomaron la última cena Jesús y los Apóstoles (conocido por el cuadro de Da Vinci), así como el lugar donde estos últimos recibieron al Espíritu Santo. Como muchas veces ocurre, lo que vemos hoy día son las reformas de cruzados u otros religiosos hechas siglos atrás. Hoy día no es más que una habitación reformada repleta de grupos de turistas...




4.- Bajando unas escalerillas está la supuesta tumba de David. Y digo supuesta porque parece que ni ellos mismos se lo creen. Lo construyeron hace pocos siglos y los archivos históricos lo localizan más en el Monte Sión (también a las afueras de la muralla) que en este sitio. No se podían hacer fotos, pero de nuevo la supuesta tumba estaba dividida en zona de rezo para hombre y para mujeres



5.- Improvisando mi ruta, visité la Iglesia de la Dormición, lugar donde se dice que la Virgen María entró en su sueño eterno


6.- Como empecé por el último día en vida de la Virgen, fui yendo hacia atrás en el tiempo y visité el lugar donde nació

7.- y el lugar donde vivió su infancia (la casa de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María), una casa aislada del exterior excavada dentro de la roca y de pasillos bastante angostos (vamos, tanto que me di un coscorrón con el marco de la entrada...yo...el Pau Gasol de Jaén..jejeje)


En la casa de Joaquín y Ana, al igual que se hace en el muro de las lamentaciones, parece tradición dejar notas en los huecos de las piedras con los ruegos y oraciones de los visitantes


Muy cerca de la casa de los padres de María, se levantó la iglesia de Santa Ana, en honor a la madre de la Virgen y lugar donde igualmente se localiza las pozas donde Jesús curó al paralítico


8.- Dejando a un lado la vida de María, salí por la puerta de los Leones, en el extremo oriental y en dirección al Monte de los Olivos y me detuve en un cementerio musulmán.

Sorprende ver cómo a unos cientos de metros se encuentra el gran cementerio judío (se cree que hay unas 150000 personas enterradas) en el Monte de los Olivos. Aunque sea por motivos diferentes, pero quizás sea el único aspecto en el que dos religiones tan distintas miran hacia el mismo lado: mientras unos buscan la Cúpula de la Roca, otros fijan su mirada en el Muro de las Lamentaciones.

9.- Volviendo hacia la ciudad vieja (apenas me quedaban horas de luz, así que no tenía tiempo para ir al Monte de los Olivos) te vuelves a dar cuenta de que lo de mirar hacia el mismo lugar, no es más que fruto de la casualidad.


....y en el mismo camino te encuentras a quienes menos culpa tienen de todo, quizás ajenos a esa tensión que se vive dentro de las murallas...


10.- Finalmente, decidí acercarme al Muro de las Lamentaciones, pocas horas antes del comienzo del Shabbat, para poder tener la oportunidad de entrar en la plaza y poder hacer alguna foto que otra





Al entrar en la plaza del muro, este joven haredi me dijo

- "Hello, are you jewish?"
- No, sorry
- Enjoy

Me quería ofrecer (perdón por la incultura, pero aún no sé bien lo que es, para qué sirve ni cómo se llama) estas cintas de cuero que se enrollan en el brazo y otra que se ponen con un taquito en la cabeza, para los golpes con el muro....







No hay edades...

Un muro lleno de peticiones
En fin, un día completito. Cierro esta entrada con una camiseta (no podía ser menos) de las que venden en la ciudad vieja, que bromea un poco con el sentimiento religioso judío




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